12 de agosto
Anoche, fue el último día de conciertos en el Chapiteau.
Tocó Sanseverino Caravan Palace, ¡qué caña de grupo!, un jazz con una mezcla
rock-pop.
Este grupo si que lo voy a incluir en mi discografía.
Disfrutamos mucho.
Luego, fiesta en la caseta, vinieron amigos de Simón,
algunos voluntarios más y llenamos la terraza. Nos reímos mucho, y yo me parto
cuando ellos intentan decir algo en español.
Hoy ha sido la comida de despedida de los voluntarios, 700
personas comiendo en una carpa. De primero había melón-galia, paté, queso y
ensalada sin aliñar. De segundo bistec con patatas fritas, con un grosor de un
dedo, y de postre tarta y helado. No está mal.
Yo ya he empezado a llorar hoy, porque aunque nos vamos el jueves,
realmente muchos de los voluntarios terminan hoy, y ver que estamos tocando el
final me hacer ser consciente de lo efímero de todo. Me da tristeza porque se
acaba algo donde he vivido el presente
más intensamente que nunca, dejándome llevar por los acontecimientos sin poner
mi mente en medio y aceptando las cosas como iban aconteciendo. Me da
escalofríos salir de esta burbuja, así que mejor no lo pienso y disfruto hasta
el momento de meter todo en el coche.
Estoy fascinada por éste país, sinceramente, y pienso volver
siempre que pueda, me encanta.
Hoy, la tarde ha sido un poco larga y aburrida. Permanecer
en el chalet sin apenas movimiento se torna difícil, cuando antes ha habido
tanta animación.
La cena ha sido de cantina escolar, había que ir a recogerla,
era todo de picoteo, jamón serrano malo, jamón de York, paté, melón, queso…en
fin, lo de siempre…La hemos hecho en nuestra terraza.
Lo más interesante, es que han venido a cenar los fundadores
de Synergie passion, una pareja, Marie y Jean Claude, con una energía
sencillamente desbordante. También estaba la madre de Julie, y Sylvie, su
amiga, así que una vez que hemos cenado, los jovencitos se han ido a la plaza y
los mayorcitos, nos hemos quedado hablando y hablando hasta tarde.
Jean Claude, me ha dicho que me he abierto como una flor del
primer día a ahora, que me ha visto un cambio enorme, y éso que ellos no han
pasado más que tres veces contadas a vernos. Habla un francés muy cerrado,
difícil de entender, pero ¡menuda diferencia!, ahora puedo hablar con él
perfectamente, aunque le paro de vez en cuando, no como al principio que
parecía estar oyendo chino.
Pero él no se refería al idioma, sino a mí, como
dice Miguel Ríos... “ una canción es goma dos, conectada al corazón”…bueno, es que
la música es mágica, es capaz de servir de escenario para que se produzca
cualquier cosa. Uno está preparado cuando lo está, ni antes ni después, para
abrirse al mundo, para salir de su gruta, para descubrirlo todo….y hay que
buscarlo (Mathieu, ¡que razón tienes cuando dices que el azar no existe, que
las oportunidades se buscan!). Yo busqué venir aquí, y todo salió rodado para
que pudiera vivir esto, pero fui yo quien llamé a la puerta, por el idioma, sí,
pero mi alma pedía a gritos intensidad vital.
Como decía Jean Claude, quizás no nos veremos más,
pero los momentos, quedan en nuestros corazones grabados a fuego. Me explicó
que en Synergie, no cogen a gente mayor, quieren jóvenes para que haya fuerza y
empuje, pero cuando supieron por Simón, que
una española estaba interesada en venir, no lo dudaron, él les dio buenas
referencias sobre mí, cosa de la que le estaré eternamente agradecida. Gracias Simón.